Con las consultas más ajetreadas que nunca y cada vez menos visitas disponibles, esta nueva tecnología nos dará la confianza necesaria para poder diagnosticar con precisión a nuestros pacientes durante el tiempo que tenemos con ellos. A continuación, le explicamos cómo la IA puede ayudar a dar forma a este nuevo futuro para el sector veterinario.

Entender la inteligencia artificial

Si las máquinas son capaces de imitar el comportamiento humano inteligente, a menudo se debe a la IA. Las siguientes propiedades clave son características de la IA, y ayudan a diferenciar esta disciplina de otras ramas de la informática.

• Autonomía: la capacidad de realizar tareas en entornos complejos sin la guía constante por parte de un usuario.
• Adaptabilidad: la capacidad de mejorar el rendimiento con base en la experiencia.

La IA se puede entender mucho mejor si se tienen en cuenta algunos ejemplos de aplicación. La IA se emplea en motores de búsqueda, redes sociales, compras en línea e incluso en sus aplicaciones móviles favoritas. Está integrada en nuestro día a día y, gracias a ella, las tareas que realizamos y el entretenimiento que buscamos son más rápidos, sencillos y mejores, a menudo hasta sin darnos cuenta.

El aprendizaje automático (ML, por sus siglas en inglés) forma parte de la IA, que tiene sus raíces en la estadística. El aprendizaje automático es el estudio de los algoritmos informáticos que mejoran automáticamente a través de la experiencia y el uso de datos.

Uso de la IA en el ámbito veterinario

El campo veterinario incluye numerosas tareas, muchas de las cuales son de naturaleza cognitiva, tanto si se trata de procesar un historial clínico y combinar la información con un examen para generar una serie de diferenciales, como de interpretar los resultados de un estudio de imagen o un conjunto de análisis de sangre. Hay muchas áreas del día a día de un veterinario en las que la IA puede facilitar el trabajo de una persona y del equipo, hacerlo más eficiente y, a veces, más efectivo.

A fin de cuentas, el poder de la IA es similar a disponer de la mente colectiva de algunos de los mejores especialistas trabajando para usted en tiempo real, es decir, en directo, por lo que usted, el usuario, estará mejor informado y tendrá más confianza en su papel como veterinario.

IA y diagnósticos

Uno de estos ejemplos es la aplicación de la IA en los hemogramas completos (HC). Gracias a la IA y al aprendizaje automático, los métodos de identificación de las células sanguíneas se aceleran y son más precisos. Se emplean algoritmos preprogramados para facilitar la identificación de patrones anormales comunes en los resultados de los hemogramas completos. Los equipos de diagnóstico actuales emplean sensores sofisticados para detectar y evaluar la información de la muestra desde cinco dimensiones simultáneamente. A continuación, toma los datos celulares obtenidos y proporciona diferentes vistas de cada célula, lo que permite separar las poblaciones celulares sin la interferencia de fragmentos u otras células. Esto implica una mejor caracterización celular de los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas, por lo que los veterinarios obtienen información adicional sobre las anomalías hematológicas existentes.

No es aventurado imaginar un futuro no muy lejano en el que será habitual que los diagnósticos médicos sean interpretados automáticamente por la IA y que se genere un informe en tiempo real para que lo revise y lo confirme el veterinario. La automatización de tareas de interpretación clínica como estas proporciona la promesa de liberar un valioso tiempo y la capacidad cognitiva del veterinario, quien podrá dedicarse a ver más casos o a invertir más tiempo en los casos ya existentes, incluyendo su desarrollo profesional continuo.

Hay muchos ejemplos de aplicaciones interesantes de la IA en el campo veterinario y ya estamos iniciando rápidamente una era de prácticas veterinarias basadas en las pruebas y mejoradas por la IA. A pesar de que hay que tener en cuenta los retos y los problemas, el campo veterinario no es inmune al progreso: con la IA, en muchos sentidos, estamos esprintando hacia el futuro.