Valor médico de la atención en tiempo real

En pacientes enfermos

El algoritmo de diagnóstico que determina el plan de tratamiento de un paciente enfermo comienza con la recogida de datos. Esta incluye la elaboración de un historial minucioso, seguido de un examen físico completo y de un diagnóstico inicial con el que se obtengan datos objetivos para la evaluación. A continuación se realizan pruebas auxiliares de diagnóstico según sea necesario, que incluyen pruebas de laboratorio especializadas o diagnóstico por imagen. La aplicación de este algoritmo y de los pasos para la adquisición de información permiten al personal clínico llegar a un diagnóstico preliminar y, solo entonces, se podrá iniciar el tratamiento apropiado y específico para el paciente basados en resultados científicos.

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La disponibilidad actual de pruebas avanzadas en el punto de atención aporta valor porque:

• Permite a los veterinarios obtener, en escasos minutos, resultados de diagnóstico de calidad en tiempo real
• Permite realizar las pruebas en el «punto de atención» para simplificar los procesos y asegurar una atención efectiva y eficiente cuando es necesario, a través del uso de equipos de laboratorio y sistemas de procesamiento de imágenes en la clínica
• La obtención rápida de los resultados permite al propietario de la mascota y al veterinario analizar los hallazgos y decidir juntos los próximos pasos en la misma visita, incluidas las opciones de tratamiento, las pruebas y tests adicionales o el ingreso hospitalario para recibir una atención avanzada

Más importante aún es que esta atención en tiempo real permite a los veterinarios ayudar a las mascotas enfermas en menos tiempo y, por tanto, en una situación de emergencia, obtener rápidamente los resultados y tomar las medidas apropiadas que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte para un paciente. La atención en tiempo real y la maximización de las pruebas en el punto de atención permiten a los miembros del equipo no solo tomar decisiones clínicas rápidamente cuando se diagnostica una afección, sino también disponer de la capacidad de observar la respuesta del paciente al tratamiento, así como reconocer y tratar las complicaciones mucho antes.

Cuando el cliente participa activamente en la toma de decisiones en el momento oportuno y los veterinarios pueden comunicarle los resultados, y determinar un diagnóstico e iniciar el tratamiento, el compromiso por parte del cliente se incrementa de manera notable. Disponer de un diagnóstico durante la visita también ofrece la capacidad de entregar al cliente folletos relevantes que mejoren su compromiso y el seguimiento después de salir del hospital, lo cual ayuda también a aplicar mejores cuidados para los pacientes en el hogar.

En pacientes sanos

La aplicación de pruebas en el punto de atención y la obtención de resultados rápidos durante el diagnóstico rutinario de atención preventiva aportan también un valor añadido en las visitas de pacientes sanos. Al incluir el análisis de sangre para pacientes asintomáticos, es posible que obtenga datos objetivos que indiquen enfermedades o problemas que se habrían pasado por alto en la sala de exploración. Algunos resultados permitirán resolver un problema clínico que tanto el médico como el propietario de la mascota desconocían. La revisión de los resultados en presencia del propietario de la mascota mejora la comunicación; la comprensión mutua de los hallazgos no previstos acentúa el valor de estas pruebas y facilita la realización de muchas pruebas de diagnóstico auxiliares sin necesidad de programar otra visita.

Atención en tiempo real y optimización del negocio

El valor de la atención en tiempo real en medicina veterinaria se extiende más allá de los beneficios médicos directos para los pacientes. El flujo de trabajo centrado en el cliente y en la comunicación, que es tan necesario para esta atención, también promueve y capacita a todo el equipo. Los recepcionistas asumen el papel esencial de fijar las expectativas de las visitas y del cliente mientras los técnicos y asistentes realizan pruebas de diagnóstico en la clínica. Esto permite a los veterinarios dedicar tiempo a las tareas específicas del médico, como interpretar y comunicar los resultados de las pruebas y desarrollar planes de tratamiento eficaces. Cuando estas funciones se maximizan, la eficiencia y productividad de la clínica aumentan, lo que se traduce en una mayor satisfacción y fidelidad de los clientes y en un resultado neto más saludable para la clínica.