Tras ser expuestos al virus, alrededor de un tercio de los gatos se volverán virémicos de forma persistente y darán positivo en las pruebas ELISA realizadas en el punto de atención (POC), alrededor de un tercio no se infectarán y alrededor de un tercio tendrán el virus como parte de su genoma. Este último grupo de gatos no dará positivo en las pruebas y no es infeccioso para otros gatos durante el contacto cotidiano cuando están sanos. Sin embargo, las infecciones regresivas pueden reactivarse con el desarrollo de viremia.

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Esto es lo que debe saber sobre el virus de la FeLV y qué hacer si su paciente da positivo.

Síntomas del FeLV

La mayoría de los gatos infectados por el FeLV tienen el aspecto de cualquier otro gato; muchos son asintomáticos. Los signos clínicos relacionados con la enfermedad asociada al FeLV dependen del gato, pero suelen estar relacionados con inmunosupresión, anemia y procesos neoplásicos. Los síntomas pueden incluir:

• Fiebre
• Letargo
• Disminución del apetito
• Pérdida de peso
• Pelaje sin brillo
• Encías pálidas

Los gatos seropositivos al FeLV corren un mayor riesgo de padecer enfermedades asociadas, como anemia, infecciones, cáncer, trastornos reproductivos, enfermedades de la médula ósea y síndrome del gatito desvanecido.

Gatos de riesgo y vacunaciones

Debido a la naturaleza infecciosa del FeLV, la vacunación y las pruebas periódicas son esenciales, especialmente para los gatos considerados "de riesgo". Los gatos de riesgo son los que:

• Son jóvenes
• Tienen acceso al exterior
• Pelean con otros gatos
• Se encuentran en un refugio para varios gatos
• Están inmunocomprometidos

Estos gatos deben ser vacunados de acuerdo con los calendarios del fabricante y someterse a pruebas anuales o entre 30-60 días después de cualquier posible exposición conocida. Siendo posible realizar pruebas para el gusano del corazón felino (FeHW), el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) y el FeLV en una sola prueba, el cribado anual de todos los gatos de riesgo es sensato y permite el reconocimiento de cualquier cambio de su estado. La combinación de las pruebas FeLV/FIV/FeHW con los exámenes anuales de bienestar también permite a los veterinarios controlar los cambios en los recuentos de glóbulos blancos, el desarrollo de anemia o los cambios indicativos de la afectación de otros órganos.

Se recomienda realizar pruebas adicionales para agentes retrovirales cuando enfermara un gato de riesgo que haya dado negativo anteriormente o cada vez que se introduce un nuevo gato en el hogar.

Qué hacer cuando un gato da positivo

Si un gato da positivo en un cribado rutinario, que no cunda el pánico. Se recomienda realizar una prueba PCR para determinar el estado viral del gato. Si el gato está realmente infectado, el mero hecho de ser positivo no significa que sea inminente la presentación de problemas.

En el caso de los gatos con un diagnóstico positivo, debe procurarse mantener al gato lo más sano posible. Mantenga las vacunas al día y continúe con los exámenes rutinarios y de bienestar. Las visitas periódicas pueden revelar cambios en el peso, el tamaño de los ganglios linfáticos, anemia u otras cosas que pueden indicar una enfermedad incipiente. El cuidado dental, aunque es importante para todas las mascotas, es especialmente clave en gatos con infecciones retrovirales.

Los propietarios deben crear un espacio de vida seguro y sólo para interiores. Mantener al gato seropositivo al FeLV dentro de casa no sólo reduce su exposición a eventos infecciosos y traumáticos, sino que también ayuda a proteger a otros gatos de la zona para que no se infecten. Si el gato seropositivo al FeLV ya vive en un hogar con varios gatos, todos ellos deberían someterse a las pruebas, y los gatos negativos deberían vacunarse contra el FeLV. Los gatos acompañantes deben volver a someterse a las pruebas anualmente.

Aunque un gato seropositivo al FeLV no padezca la enfermedad asociada al FeLV, su estado vírico puede repercutir en el control y seguimiento general de la enfermedad, por lo que es obligatorio realizar exámenes rutinarios y pruebas de laboratorio.

La prevención del FeLV es clave

La prevención es la mejor medicina cuando se trata del FeLV. Dado que los gatitos son los que corren más riesgo, no omita realizar pruebas y vacunar a los gatos jóvenes, o a otros gatos que corran riesgo. La esperanza de vida media de un gato infectado por FeLV persistente es menor que la de uno negativo, pero con una detección precoz, podemos mejorar la calidad de vida del gato afectado proporcionándole cuidados de apoyo y evitar la propagación del FeLV.

Queremos que nuestros pacientes sean miembros sanos de sus familias durante toda su vida, y las pruebas rutinarias y la vacunación son parte integrales de ese plan.