La importancia del cribado para la detección de enfermedades caninas transmitidas por vectores en Europa

Las enfermedades caninas transmitidas por vectores (ETV caninas) representan un problema cada vez mayor en toda Europa, y algunas podrían convertirse en zoonosis. Esto se debe al aumento de los viajes y la importación de animales domésticos, además de a factores como el cambio climático y las modificaciones derivadas de la acción humana en los paisajes y hábitats, que han favorecido la propagación y proliferación de vectores como insectos y garrapatas.

Los veterinarios deben poseer amplios conocimientos sobre las enfermedades transmitidas por vectores y realizar los cribados pertinentes conforme a las guías, directrices y recomendaciones de organizaciones como ESCCAP y LeishVet, con el fin de detectar cualquier problema lo antes posible y mejorar, así, el pronóstico de los pacientes. De forma generalizada, también se debe animar a los propietarios de mascotas a solicitar que se realicen pruebas de cribado integrales a todos los animales que regresen de Europa. Esto es importante porque muchas ETV caninas se manifiestan con signos heterogéneos e inespecíficos o no presentan ningún síntoma clínico en absoluto, lo que dificulta el diagnóstico definitivo.

  Prueba SNAP 4Dx Plus. Tecnología con calidad de laboratorio de referencia a su alcance, para unos resultados precisos en su clínica.

Cinco enfermedades transmitidas por vectores a las que estar atentos

A continuación se explican cinco ETV caninas comunes que requieren un aumento en los cribados:

1. Ehrlichiosis

E. canis es la principal especie de Ehrlichia detectada en perros europeos. El patógeno es endémico de los países europeos limítrofes con el mar Mediterráneo y de los Balcanes, aunque también se ha detectado la presencia de E. canis en países no endémicos al norte del Mediterráneo, como Suiza y Alemania. El vector de E. canis es la garrapata Rhipicephalus sanguineus —también conocida como garrapata parda del perro— y el patógeno infecta los monocitos caninos, provocando signos clínicos iniciales como fiebre, disnea y esplenomegalia. Entre las anomalías de laboratorio comúnmente observadas se encuentran la anemia, la trombocitopenia, los cambios en las proteínas séricas y el aumento de la CRP y la UPC. Los perros infectados de forma persistente pueden entrar en fase subclínica durante meses o años y, en algunos casos, pueden desarrollar una enfermedad sistémica que implique mielosupresión y pancitopenia. A causa de los signos clínicos inespecíficos, del largo periodo de incubación y de su evolución, la enfermedad se conoce como «el asesino silencioso».

2. Anaplasmosis

Entre las especies de Anaplasma identificadas en Europa figuran:

3. Enfermedad de Lyme

La Borrelia burgdorferi se diagnostica con mayor frecuencia en el norte y este de Europa. La garrapata vector Ixodes ricinus transmite el agente, que puede provocar la aparición de signos como fiebre, poliartritis, glomerulopatía y, en raras ocasiones, disfunción cardiaca. Sin un diagnóstico y un tratamiento adecuados, la infección puede prolongarse de meses a años.

4. Dirofilariosis

La Dirofilaria immitis, que durante mucho tiempo fue endémico de las zonas meridionales de Europa, se está propagando hacia el noreste, a regiones como Hungría y Eslovaquia, donde antes solo se registraban casos aislados o importados. La dirofilaria se transmite por numerosas especies de mosquitos y provoca endarteritis pulmonar, que puede desencadenar de forma crónica hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca congestiva derecha.

5. Leishmaniosis

La infección por la especie Leishmania es una enfermedad endémica muy extendida en el sur de Europa, que parece estar propagándose a nuevas regiones. Los viajes con mascotas y el aumento de la importación de perros a través de organizaciones benéficas han provocado un aumento en el número de perros infectados en países no endémicos. Asimismo, en estos países la infección se está transmitiendo sin vectores (transmisiones venéreas, verticales, mordeduras de perro y transfusiones de sangre). En los países endémicos, la enfermedad se transmite por las hembras de los flebótomos, y el principal reservorio son los perros domésticos. El patógeno causa una enfermedad sistémica crónica con signos como pérdida de peso, letargo, anemia no regenerativa y otras anomalías de laboratorio similares a las de la ehrlichiosis, linfadenopatía generalizada, trastornos renales (las glomerulopatías son la principal causa de muerte), onicogrifosis, artropatías, lesiones oculares, gastrointestinales o cutáneas.

Copositividad

Los perros infectados por múltiples ETV caninas tienen una mayor probabilidad de desarrollar signos clínicos graves y registrar resultados de laboratorio anormales, lo que repercutirá negativamente en el pronóstico. Un estudio europeo de 2022 demostró que los índices de copositividad eran significativamente más elevados de lo esperado en muchos de los casos de ETV caninas diagnosticadas. La coinfección con A. phagocytophilum y B. burgdorferi es frecuente porque tienen un vector común —la I. ricinus—, y A. platys y E. canis suelen diagnosticarse simultáneamente porque se transmiten por la R. sanguineus. Las coinfecciones pueden empeorar algunas afecciones y enmascarar otras, dificultando el diagnóstico y el tratamiento.

Cribado de enfermedades caninas transmitidas por vectores

El estudio anteriormente mencionado (que representa el mayor conjunto de datos sobre seropositividad de las ETV caninas en Europa hasta la fecha) mostró un aumento en el número de pruebas y una disminución en el número de positivos a lo largo del periodo de estudio. Es posible que esto refleje cambios en en la seleción de los pacientes al realizar estas pruebas, con un posible aumento en el cribado de animales sanos y una mayor aplicación de cuidados preventivos eficaces.

La sensibilización respecto de las ETV caninas está aumentando en toda Europa, de ahí que sea conveniente realizar un cribado exhaustivo de las enfermedades transmitidas por garrapatas causadas por Anaplasma spp., B. burgdorferi, Ehrlichia spp., D. immitis y Leishmania, ya que de este modo se pueden detectar la enfermedad y las coinfecciones en las fases iniciales, mejorando así el pronóstico del paciente. Incluso en el caso de los animales sin signos clínicos evidentes o con solo signos clínicos muy leves, puede haber anomalías de laboratorio (hematología, proteínas de fase aguda/CRP, o marcadores renales como UPC/SDMA) que indiquen el avance de la infección hacia la enfermedad.

El cribado es especialmente importante en zonas con alta prevalencia y profilaxis vectorial inadecuada, así como en animales que viajan o han sido importados.

ESCCAP (p. ej., Guías MG5) recomienda la realización de pruebas rutinarias para detectar las ETV caninas prevalentes o que supongan un riesgo para la salud de los animales, así como el control de las infecciones mediante pruebas de diagnóstico periódicas en las zonas endémicas. Esto también contribuye a minimizar los riesgos para los seres humanos. LeishVet recomienda realizar cribados serológicos en perros aparentemente sanos que vivan en zonas endémicas o viajen a ellas o desde ellas como perros de cría, perros sin vacuna contra la leishmaniosis, perros importados, perros admitidos en controles sanitarios anuales de leishmaniosis, así como donantes de sangre. De forma adicional, se pueden efectuar PCR a los perros donantes.

Una detección temprana equivale a más tiempo de vida

Las enfermedades transmitidas por vectores pueden causar enfermedades debilitantes y, en algunos casos, potencialmente mortales para los perros. En este sentido, incluir en su consulta veterinaria un programa de detección adecuado de las ETV caninas puede ayudarle a detectar la enfermedad antes de que sea grave. Además, estas pruebas son importantes para identificar coinfecciones capaces de potenciar la patogénesis de la enfermedad y complicar el tratamiento. Recuerde: una detección temprana equivale a más tiempo de vida.

Nikola Pantchev
Dr. Vet., Parasitología con pruebas treponémicas

Estudios en Medicina Veterinaria y posterior incorporación a un instituto de Parasitología, incluyendo investigaciones sobre la filaria patógena en humanos y roedores. Más adelante, empleado en la industria farmacéutica en el desarrollo de nuevos ectoparasiticidas para tratar garrapatas y pulgas en perros y gatos, y en los laboratorios IDEXX como especialista en Parasitología, otras enfermedades infecciosas y Gastroenterología. Intereses especiales: infecciones víricas felinas y transmitidas por vectores, incluidas enfermedades renales asociadas y la medicina interna; enfermedades zoonóticas y parasitarias en mascotas/animales exóticos, diagnóstico de trastornos infecciosos, gastrointestinales y pancreáticos; coautoría de 10 libros científicos, aprox. 150 artículos científicos y aprox. 250 resúmenes de congresos.