Un estudio de la Unión Europea revela la importancia de las pruebas fecales en combinación con los antiparasitarios

Los ascáridos Toxocara están bastante extendidos e infestan a muchos perros y gatos jóvenes. No obstante, y debido a la falta de pruebas fecales, son pocos los estudios que han demostrado lo común que es la infestación en perros adultos. Suponer que la infestación parasitaria es relativamente común ha llevado a que los profesionales veterinarios administren mensualmente antiparasitarios preventivos en toda Europa.

Los profesionales veterinarios consideran que este tratamiento mensual es esencial para la salud de los perros. Asimismo, limita el riesgo de la exposición de los humanos a parásitos zoonóticos, como Toxocara canis, al tiempo que refuerza el vínculo humano-animal.

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Muchos veterinarios también suponen que, recomendando una desparasitación rutinaria, los dueños de mascotas se comprometerán con el tratamiento y que este será efectivo. Los extensos estudios fecales en perros ayudan a evaluar la realidad que hay tras estas suposiciones y pueden adaptar la manera de abordar el diagnóstico y el tratamiento de los parásitos intestinales.

Lo que podemos aprender del estudio de las pruebas fecales

En un reciente estudio publicado en Parasites & Vectors, se recogieron muestras fecales frescas de 2469 perros que visitaban 164 parques en 33 ciudades de 12 países. Las muestras recogidas se examinaron para determinar la presencia de ancilostómidos, ascáridos, tricúridos y Giardia mediante un inmunoensayo de diagnóstico de coproantígenos y un examen microscópico tras la centrifugación de la flotación fecal. El estudio encontró nematodos en el 57 % de los parques, y un 7,6 % de los perros dieron resultados positivos en los análisis.

En Italia y los Países Bajos más del 10 % de las muestras fecales dieron positivo, a pesar de los intensos mensajes de desparasitación de los veterinarios. En los cuestionarios, el 77,2 % de los dueños de mascotas indicó el uso previo de antihelmínticos, pero el 62,7 % no siguió la frecuencia recomendada del tratamiento, lo que condujo a obtener muestras positivas. La falta de compromiso es una cuestión clave cuando se trata de la desparasitación rutinaria. Las pruebas fecales, junto con el tratamiento rutinario, pueden alertar a los dueños de mascotas y a los veterinarios sobre la necesidad del tratamiento en un animal.

¿Por qué realizar pruebas de las heces, junto con el tratamiento rutinario?

Analizar las heces de los perros en busca de nematodos intestinales junto con un tratamiento preventivo rutinario puede ayudar a mejorar el compromiso de los dueños de mascotas, viglar la distribución de los parásitos y reconocer cuándo están fallando los planes de tratamiento.

Demostración de la importancia del tratamiento rutinario

Las pruebas periódicas con resultados negativos en mascotas con tratamientos preventivos rutinarios demuestran que el tratamiento es eficaz y que los dueños de las mascotas están comprometidos. Esto produce un refuerzo positivo y genera confianza tanto en las recomendaciones actuales como en la administración del producto por parte de los dueños.

El estudio reveló que el 0 % de los perros en el Reino Unido tuvieron un resultado positivo en las pruebas de huevos de ascáridos. De los perros examinados, a dos tercios se les suministró un producto preventivo en los tres meses anteriores. También se detectó una correlación entre la prevalencia y la frecuencia del tratamiento en los países donde se realiza una desparasitación rutinaria.

Identificación de las deficiencias en la eficacia del tratamiento rutinario

Un resultado fecal positivo en las mascotas que se encuentren en tratamiento preventivo indica la necesidad de investigar el compromiso por parte del dueño y las posibles causas de que el tratamiento esté fallando. El tratamiento puede verse afectado si el perro vomita después de ingerir la dosis, si no se toma las pastillas que se le suministran con la comida, si se le aplica un tratamiento por zonas en la piel que posteriormente se enjuaga, si la frecuencia del tratamiento no es la adecuada o si experimenta una resistencia al fármaco. Si no se realizara una prueba, la deposición de los huevos seguiría sin detectarse y se seguiran administrando tratamientos inadecuados. Con las pruebas fecales, los dueños pueden ser más conscientes de los problemas que puede tener su falta de compromiso con respecto a los productos preventivos.

Creación de datos de prevalencia de parásitos

Realizar pruebas fecales de forma rutinaria puede ayudar a configurar mapas con la distribución parasitaria a nivel local, regional o nacional. Estos datos tienen un valor incalculable a la hora de informar a las clínicas sobre qué parásitos son los que tienen una prevalencia alta y deben controlarse. Los mapas de vigilancia son una herramienta de gran utilidad para evaluar el riesgo regional de los parásitos.

Estas pruebas fecales rutinarias también pueden ayudar a determinar si la resistencia a un fármaco antihelmíntico es común. Detectar a tiempo la resistencia a determinados fármacos es crucial para limitar la propagación del parásito.

El incremento de las pruebas fecales puede reducir la necesidad de tratamientos preventivos

Cabe destacar también que la prevalencia de Toxocara y otros nematodos intestinales ha resultado ser baja en los países escandinavos donde la desparasitación no es una práctica rutinaria. En su lugar, el inicio del tratamiento depende de una prueba con resultado positivo.

Las pruebas fecales rutinarias son una buena alternativa al tratamiento rutinario, siempre que se realicen a intervalos regulares. La ventaja es que se reduce el uso de antihelmínticos, aunque los dueños de mascotas tienen que ser conscientes de que, entre prueba y prueba, pueden depositarse huevos de parásitos zoonóticos. Las Guías del Consejo Europeo para el Control de las Parasitosis en los Animales de Compañía explican detalladamente la mejor manera de implementar rutinas de tratamiento en las clínicas veterinarias.

Las pruebas fecales rutinarias como parte de una estrategia completa de control de los parásitos intestinales

Tanto si las pruebas se realizan junto con un tratamiento rutinario o como una alternativa, la prueba de antígeno fecal es una herramienta eficaz de cribado, altamente sensible y específica. Elimina, además, las complicaciones debidas a la coprofagia, donde los huevos de estróngilos de las heces de rumiantes y caballos suelen diagnosticarse erróneamente como infecciones persistentes por ancilostomas. Los datos de este estudio señalan la necesidad de realizar pruebas fecales periódicas en perros de todas las edades como parte de una estrategia coherente de control de los parásitos intestinales.

Sin las pruebas fecales rutinarias, los veterinarios no podrán reconocer la eficacia de los tratamientos antiparasitarios y el compromiso por parte de los dueños de las mascotas. Formar mejor a los dueños es la clave para incrementar las pruebas, ya que, si son conscientes de todo lo que conlleva, estarán más dispuestos a invertir el tiempo y el dinero necesarios para los tratamientos preventivos.

Ian Wright
BVMS; BScMSc; MRCVS

Ian Wright es licenciado en Medicina Veterinaria en ejercicio y copropietario de la clínica Mount Veterinary en Fleetwood, Reino Unido. Tiene un máster en Parasitología Veterinaria y es presidente del Consejo Europeo para el Control de las Parasitosis en los Animales de Compañía (ESCCAP). Ian ha publicado más de 125 artículos y documentos, y es miembro del consejo editorial de la revista Companion Animal. Sigue realizando investigaciones en la práctica, incluidos estudios sobre nematodos intestinales y garrapatas. Este artículo refleja los puntos de vista y las opiniones de sus autores, que no coinciden necesariamente con los puntos de vista de The Vetiverse o de IDEXX.