Dirofilariosis felina en Europa: La importancia de las revisiones periódicas

Durante la última década, los estudios han demostrado la amplia distribución de la enfermedad del gusano del corazón en la población felina en Europa, especialmente en los países endémicos tradicionales del sur y el este, pero también su propagación al centro y el norte del continente.

Todos los gatos que vivan en zonas donde haya perros infectados por Dirofilaria immitis deben considerarse en situación de riesgo. Y, a pesar de que los gatos son huéspedes menos adecuados que los perros para los gusanos D. immitis , pueden desarrollar una enfermedad clínica que puede tener un desenlace fatal repentino. Debido a la falta de opciones de tratamiento curativo en los gatos, es importante que se les realicen pruebas anuales de detección del dirofilariosis. La inclusión de pruebas anuales de detección del verme del corazón en los programas de bienestar felino permite a los veterinarios detectar la infección en fases tempranas y determinar un plan de tratamiento a largo plazo.

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Enfermedad del verme del corazón felino

Dirofilaria immitis, la dirofilariosis felina (FeHW), es un parásito zoonótico cosmopolita distribuido por todo el mundo, aunque está más presente en regiones tropicales y templadas. Es endémica en algunos países europeos, con la mayor prevalencia en la cuenca mediterránea.

Aunque los caninos son el principal hospedador definitivo y reservorio de D. immitis, debido a la baja especificidad de hospedador de sus mosquitos vectores culícidos, muchos hospedadores mamíferos pueden infectarse, incluidos los humanos. Se considera que los gatos tienen una resistencia natural contra este nematodo, ya que la infección puede ser controlada eficazmente por el sistema inmunitario felino. La autocuración de la mayoría de los gatos infectados se produce en un plazo de 18 a 48 meses. Sin embargo, algunos gatos pueden sufrir tromboembolismo pulmonar grave y una reacción inflamatoria en los pulmones, conocida como enfermedad respiratoria asociada al gusano del corazón (HARD), que puede acabar en muerte súbita. Los signos clínicos más comunes que se presentan en los gatos son síntomas respiratorios y digestivos como disnea, taquipnea, tos, vómitos y diarrea.

En comparación con los perros, el diagnóstico de la infección por el verme del corazón en los gatos es más difícil porque los gatos albergan una carga parasitaria baja con ausencia de microfilarias en la sangre. Además, no existe una única prueba capaz de detectar todos los casos de verme del corazón en gatos. Por lo tanto, debe seguirse un enfoque de varios pasos, combinando pruebas de antígenos, anticuerpos y diagnóstico por imagen. Aunque los resultados positivos en las pruebas de antígenos, disponibles en los puntos de atención o en laboratorios de referencia, y la ecocardiografía confirman la presencia de vermes del corazón adultos, los resultados negativos no descartan la infección. La detección de anticuerpos anti-D. immitis, también disponible en los laboratorios de referencia, puede proporcionar información temprana sobre la exposición al parásito, pero un resultado positivo no significa una infección actual y, la ausencia de anticuerpos no descarta la infección.

Cambios en la distribución de casos de FeHW en la última década

Mientras que la prevalencia de la enfermedad del verme del corazón en perros es más conocida, la prevalencia de la infección por FeHW no lo es tanto y suele subestimarse. La falta de concienciación sobre la distribución y gravedad de esta enfermedad transmitida por vectores caninos (CVBD) entre la población felina, junto con un difícil diagnóstico antemortem, pueden contribuir a ello.

En Europa, ha aumentado su prevalencia en países tradicionalmente endémicos, como España, Italia, Portugal y Grecia, y también se ha producido una expansión a países septentrionales, como Alemania, Austria, Suiza y Croacia.

Un estudio reciente realizado en España para analizar la exposición de los gatos a D. immitis informó de una seroprevalencia global del 9,4% (anticuerpos anti-D. immitis ) y una prevalencia del 0,5% (prueba del antígeno). La mayor seroprevalencia se registró en las Islas Canarias (19,2%), seguidas de las Islas Baleares (16%) y la costa mediterránea (9,2-11,2%).

Factores de riesgo que contribuyen a la propagación en Europa

Algunos de los factores que contribuyen a la propagación del FeHW en Europa son:

  • El cambio climático: El aumento de las temperaturas favorece la transmisión de la enfermedad al permitir un desarrollo más rápido de los huevos a mosquitos adultos y la maduración de las microfilarias ingeridas en larvas infectivas de tercer estadio en los mosquitos vectores, lo que requiere temperaturas superiores a 14°C. El calentamiento global también favorece la aparición de vectores competentes en nuevas zonas donde antes no estaban presentes.
  • La actividad humana: Podemos encontrar microambientes en las ciudades, conocidos como "islas de calor" que mantienen la transmisión del verme del corazón incluso en los meses más fríos debido al aumento de la temperatura en la zona. Además, las fuentes locales de agua, como macetas o estanques, sirven de criaderos de mosquitos en las zonas urbanas.
  • Actividad vectorial diurna: Varias especies de mosquitos potencialmente invasores, como el mosquito tigre (Aedes albopictus), se han establecido en el sur de Europa y se están extendiendo hacia el norte.
  • Estilo de vida al aire libre: Los gatos que deambulan libremente están más expuestos a patógenos transmitidos por vectores.
  • Falta de quimioprofilaxis: Cuando los perros y gatos no reciben tratamiento preventivo, son más susceptibles al verme del corazón.
  • Importación de mascotas: La importación de perros o gatos infectados de zonas endémicas a zonas no endémicas puede provocar brotes autóctonos locales.

Cumplimiento por parte del propietario del gato

Aunque los gatos que viven al aire libre o en refugios corren un mayor riesgo de infectarse por D. immitis, ya que tienen más posibilidades de exponerse a las picaduras de mosquitos vectores, se considera que alrededor de un tercio de todos los gatos positivos al antígeno viven en interiores. Sin embargo, los propietarios de gatos pueden ser más reacios a incluir las pruebas rutinarias de CVBD que los de perros, sobre todo si consideran que el gato vive dentro de casa.

Por ello, los veterinarios deben estar especialmente atentos a la hora de recomendar pruebas rutinarias de detección del verme del corazón junto con estrategias de prevención y comunicar su importancia a los propietarios de mascotas. Considere la posibilidad de poner a disposición de los clientes directrices que incluyan recursos con información continuamente actualizada, como la European Society of Dirofilariosis and Angiostrongylosis, el European Advisory Board on Cat Diseases y el European Scientific Counsel Companion Animal Parasites.

Debido a la dificultad de diagnosticar la infección en todos los estadios del verme del corazón y a la falta de tratamientos curativos, el hecho de animar a los propietarios de mascotas a que realicen pruebas rutinarias a sus gatos para detectar la infección por FeHW y de proporcionarles preventivos mensuales contra el verme del corazón puede suponer una gran diferencia en el número de gatos que sufren la enfermedad del verme del corazón.

Leticia Hernández
DVM

La Dra. Leticia Hernández obtuvo su Licenciatura en Medicina Veterinaria y una Maestría en “Investigación en Ciencias Veterinarias” en la Universidad Complutense de Madrid (España). Obtuvo su doctorado en 2015, con la tesis centrada en alternativas diagnósticas y terapéuticas de la leishmaniosis canina. Su campo de especialización se centra en la salud animal y las enfermedades infecciosas y zoonóticas transmitidas por vectores, y ha publicado varios artículos en revistas peer reviewed sobre este tema.